El aprendizaje escolar es un proceso complejo, ya que aunque nuestro cerebro está programado para aprender, no necesariamente lo que sucede en un salón de clases es el tipo de aprendizaje que nuestro cerebro está diseñado para adquirir.
Ningún cerebro (estudiante) en el mundo, se despierta por la mañanas pensando lo maravilloso que será aprender la factorización o sobre la fotosíntesis. El cerebro humano, como la mayoría de los cerebros de otras especies, está programado para aprender y adaptarse a todo aquello que lo haga sobrevivir y no mucho más que eso. Es por eso que en la prehistoria, aprendió que al resguardarse en una cueva con fuego en la entrada o al cazar en grupo, sus posibilidades se supervivencia aumentaban y con ello la especie se perpetuaba. Pero si aprender los contenidos escolares no está en nuestro diseño evolutivo, por qué entonces es que existen las escuelas.
Desde tiempos inmemoriales nos dimos cuenta que la instrucción escolarizada nos podría ayudar a crear, lo que entendemos, como personas educadas. La mayoría de las sociedades desean esto, por ello, la escuela como institución se popularizó en muchas culturas siendo esto vigente hasta nuestros días.
Sin embargo, la escuela y el aprendizaje que sucede en ella es un proceso artificial con la agravante de que aún en pleno siglo XXI, no podemos ponernos de acuerdo sobre qué y cómo se debe aprender en ella. Existen muchas tendencias y/o programas que han intentado dar una respuesta esta problemática, no teniendo el éxito esperado en todos los aprendices en la mayoría de los casos ya que el aprendizaje es un proceso que depende de muchas variables, siendo tres las principales:
La capacidad del aprendiz (nivel intelectual, motivación, estabilidad, etc.)
El respaldo de la familia, sobre todo en el aprendizaje de las primeras etapas de desarrollo (económico, moral, emocional, etc.)
La escuela, (enfoques de aprendizaje, programas, personal docente, etc.)
Si las tres variables se conjugan adecuadamente entonces el aprendizaje se puede llevar a cabo de manera exitosa.
Aunque existen diferentes enfoques de cómo debe una persona aprender, la ciencia en educación ha demostrado que existen ciertos elementos que hacen que los alumnos aprendan de forma más efectiva.
La siguiente tabla resalta a qué elementos se debe poner mayor y menor énfasis dentro de cualquier entorno escolar.
Menor énfasis en... Mayor énfasis en
Aprendizaje disperso | Aprendizaje consciente basado en la indagación |
La enseñanza | El aprendizaje |
Programas centrados en el maestro | Programas centrados en el alumno |
Trabajo disciplinario | Trabajo inter/transdisciplinario |
Feedback | Feedforward |
Aprendizaje individual | Aprendizaje colaborativo |
Conferencias dirigidas por el maestro | Conferencias dirigidas por el alumno |
Respuestas correctas sin reflexión | Procesos y soluciones |
Desafortunadamente, el área de menor énfasis es aquella que se implementan en la mayoría de los colegios de nuestro país. El área de mayor énfasis solo se trabajan en contados colegios que implementan programas internacionales.
El paradigma del aprendizaje de mayor énfasis requiere que los docente aprendan y desprendan muchas cosas, siendo el último probablemente uno de los retos más importantes que enfrenta la educación en nuestro país.